El Feminismo no es para los hombres.



De un tiempo a la fecha, me abstenido de opinar sobre este tema por una simple y sencilla razón: Jamás voy a entender lo que una mujer siente.

Sin embargo es preciso hoy señalar algo sobre el tema debido a la creciente descalificación que hemos hecho hacia el feminismo.

En México, la gente ordinaria, los influencers que se dedican solo a hacer chistes o enseñar sus pectorales, los llamados líderes de opinión y todo mundo con acceso a  a internet, quieren hablar sobre todas las cosas todo el tiempo, como si entendieran o si vivieran en carne propia todos los temas. Esto nos ha llevado a una conducta social de polarización de ideas, a cuestionar cosas y movimientos que no ameritan cuestionamientos sino solidaridad. 

El más reciente enfrentamiento ideológico entre nosotros se dió el domingo pasado, nos atrevimos a cuestionar la ira de las mujeres, a criticarlas por sus acciones, a decirles que "así no" se deberían de manifestar, a señalarles por alterar solo un día el status quo y lo que es peor de tod, a juzgarlas. Nos enfocamos en lo material y superfluo y jamás entendimos el mensaje principal: Que a las mujeres las siguen violando y matando en México.

No se necesita saber mucho de la historia izquierdista para entender que el espíritu de manifestación es el grado extremo de reclamo, que es una respuesta de la sociedad ante la opacidad e insensibilidad de las demandas del gobernado. Que es esta la última opción cuando los políticos no ofrecen otra salida. Y que en estas prácticas los actos vandálicos o manifiestos son una forma de pedir a gritos y golpes que se de respuesta. 

Como diría el rapero Argentino Wos en su más reciente sencillo: "si ahora cantamos y gritamos en forma de protesta es porque preguntamos bien y nadie nos dió una respuesta".

Entendido esto, hay que preguntarnos, ¿qué tiene que aportar el género masculino al feminismo?: Pues la respuesta es contundente:  Poco o nada realmente.

Mucho menos tratar de invisibilizar una lucha que no entendemos, que no sentimos y que muy probablemente no vivimos ni vamos a vivir. Mal nos vemos los hombres desvirtuando un movimiento que ciertamente no nos corresponde pues cuando debimos hacerlo no lo hicimos.

El feminismo no es para los hombres, pero claro que hay lugar para los hombres esta lucha, sin embargo no es el debate público ni tampoco en las plazas, es el debate interior sobre lo que estamos haciendo y como aceptamos que el machismo y los micromachismos prevalecen en la sociedad, enraizados en nuestros costumbres y actividades cotidianas, es en la familia, con nuestros padres e hijos explicándoles que la protesta feminista es genuina y que en gran medida es responsabilidad del gobierno y de nosotros por darles la espalda.

Entendiendo como el sistema patriarcal tiene que derrumbarse para dar cabida a nuevas masculinidades, viendo el pensamiento feminista no como una anarquía, sino como un síntoma mismo de la igualdad de género.

Entendiendo que el problema no son ellas, somos nosotros, los hombres.

Como muchos lo han escrito, es cierto que las mujeres que se manifiestan no todas han vivido en carne propia algún tipo de acoso, pero si han entendido que es su género en general quienes lo han padecido a través de la historia y que no están dispuestas a que los feminicidios sigan y que en algún momento si sean ellas o alguna persona cercana quien resulte afectada. Su lucha no solo es por el presente, también es por el pasado y por el futuro.

Por el contrario, los hombres no hemos entendido que también a través de la historia la hegemonía patriarcal ha beneficiado a a nuestro género por encima las mujeres, tal vez sea difícil tener que asumir esto y renunciar a nuestros derechos, pero la historia cada día nos recuerda que la fragilidad masculina está más expuesta y que tal parece que la "pérdida de hombría" en el mundo nos ha vuelto más violentos.

Dejemos a las mujeres hacer su lucha y aceptemos lo que es inevitable, que "va a caer" como lo decía Grayson Perry.

El sistema patriarcal, la caída del hombre como lo conocíamos va a caer y a su paso va a emerger la mujer como nunca lo habíamos visto.

Este es el escenario sociopolítico al que nos enfrentamos y que es gracias a mujeres que salen a la plaza con pañuelo verde, ellas están escribiendo la historia, es su momento.


No estorbemos.

Nos vemos en la próxima.

Twitter: @MiguelVicenteR

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Game of Thrones of the PRI

La elección de los jóvenes en Sinaloa; el efecto Quirino.

Crisis existenciales en los Órganos Internos de Control Municipales