Más allá de los partidos políticos.

Agradeciendo como siempre que me brinden la oportunidad de su lectura, este día les escribo sobre un escenario que se presenta en la vida de toda persona que se dedica al ejercicio del poder político.

"Un gran poder, conlleva una gran responsabilidad"; frase célebre que citó el Tío Ben a Peter Parker para plantearle sobre el gran reto que tendría enfrente ahora como Spiderman.

Nos invita a reflexionar sobre las decisiones que han de tomar toda persona que ostenta algún tipo de poder, sobre que pondera para tomar estas decisiones, si van acorde a juicios de valor, a ética, a moral, a preferencia política o simplemente hay que tomar decisiones que beneficien a un sector en general, pero con la sabiduría que no todos estarán de acuerdo con ello y que más de alguno lejos de salir beneficiado; ésta decisión le representará daños a sus intereses.

Las personas de poder toman decisiones todo el tiempo, algunas son buenas, otras malas, otras pésimas pero hay que pensar que siempre son tomadas en función de lo que esta persona cree correcto.

Alejadas de trivialidades, de sentimentalismos, de la lógica, de los deseos personales, y sobre todo en la política; más allá de los partidos políticos.

A veces, resulta difícil entender porque una persona que ejerce el poder, no beneficia al partido que le dio la oportunidad de estar en esa posición. Es ahí cuando el consejo del tío Ben cobra vigencia, el poder lleva consigo responsabilidades en la toma de decisiones y el actuar diario, y cuando se gobierna, estas decisiones deben tomarse por encima de toda bandera. Para buscar el bien común o para protegerse a sí mismo, pero siempre habrá motivos que por más ilógicos que parezcan son más importantes aún; que el sentimentalismo partidista.

Seguramente nadie lo puede entender hasta que lo vive, hasta que está en esa posición incómoda de traicionarse a sí mismo para no traicionar a los demás.

Quizá, tal vez.

Nos vemos en la próxima.

Twitter: @MiguelVicenteR