Crisis existenciales en los Órganos Internos de Control Municipales



Exactamente el día de mañana se cumplen dos años de la fecha en que nació la figura del Órgano Interno de Control Municipal en Sinaloa, un nuevo capítulo en la Ley de Gobierno Municipal, el décimo, la figura que vendría a prevenir, corregir, investigar y calificar los actos de corrupción de cada servidor público en los Ayuntamientos. 

El que hasta la fecha sufre de crisis existencial, pues todavía hace unos días se discutía si se debería o no tener tales atribuciones, aún se cuestiona su creación y lo que es peor, muchos titulares aún no se pueden poner a trabajar en lo que les toca pues no saben por dónde comenzar.

La etimología, nos advierte en la galería de búsquedas que una crisis existencial, es el concepto que deriva del existencialismo. Un periodo en la vida de un sujeto caracterizado por profundos cuestionamientos acerca de las razones que motivan y rigen sus actos, sobre las decisiones y creencias que constituyen su propia existencia. 

A dos años de su creación, los OIC de algunos municipios padecen de este síntoma, se han convertido en un elefante blanco de la administración pública municipal que por más que quisieran, la barrera del desconocimiento acerca de sus labores no les permite actuar en lo que la Ley expresamente les indica. 

Sobre este tema, justo hace unos días, el Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción, acudieron  al Congreso del Estado para presentar una iniciativa para reformar la Ley de Gobierno Municipal, con lo que  buscan homologar las responsabilidades de los órganos internos de control de los 18 ayuntamientos del estado y evitar "según ellos" la duplicidad de funciones con los síndicos procuradores, pues a esto le atribuyen también, un pésimo desempeño por parte de los OIC.

A pesar que no está en sus atribuciones como CPM, hay que destacar que esta iniciativa pone en la palestra la discusión sobre este tema, por fin alguien se dió cuenta que los OIC estaban en crisis existenciales y que la confusión con los Síndicos y Síndicas complicaba el desarrollo de sus funciones.

Ante esto, las y los Síndicos se sintieron aludidos, y también acudieron al Congreso del Estado a presentar una contrarreforma, que para bien o para mal, pone a debate y nos da esperanza de que de una buena vez por todas, se aclare y se expida en la Ley quien sí, y quien no va a ser el Órgano Interno Anticorrupción por que hasta este momento, es claro que ninguno ni otro lo están haciendo. 


Nos vemos en la próxima.

Twitter @MiguelVicenteR 

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