Retratos de la política.


¿Somos el reflejo de los políticos que nos anteceden, o ellos son el reflejo de lo que somos ahora?.

En la historia, ha habido grandes leyendas de mujeres y hombres de poder a los cuales leemos, admiramos, copiamos, aprendemos y seguimos sus pasos. Para nadie es extraño reconocer que Maquiavelo es el padre de la política y que se ha ilustrado que en su obra "El Principe" podemos encontrar los pasos para convertirnos en las grandes personas de poder que aspiramos a ser.

Leer el discurso de Luis Donaldo Colosio y aventurarnos gracias a esta impresionante narrativa a defender nuestros más profundos pensamientos, o escuchar la historia de Manuel Clouthier Padre y atrevernos a enfrentar el poder como él lo hizo en su momento, es decir; ser el retrato de lo que una vez en vida estos hombres fueron es el ideal que persigue a casi toda y todo político.

Personajes van y vienen en las historias, héroes y villanos que nos han dejado íntimamente un aprendizaje para nuestra carrera política, de todos se aprende o por lo menos debería ser así.

Buscamos ser el reflejo de los políticos y las políticas que nos anteceden y han quedado inmortalizados en los libros de historia, la clase política en su generalidad también quiere convertirse  en las leyendas, en los nombres de las calles, en las clases de teoría política, en lectura obligada de las nuevas generaciones. 

En esta búsqueda, actuamos y nos comportamos como los personajes que leemos, hacemos pantomimas con las 3 ó 4 frases que se registran en nuestra mente, las tuiteamos, los acomodamos como pie de foto de facebook e instagram y proyectamos lo que aspiramos a ser, pero que no sabemos si ya los somos. 

Sin embargo, las historias que relatan los maestros, no están alejadas de lo que ya somos. En cada político por muy joven que sea, se refleja el hambre de superación y de poder que estas leyendas tuvieron en algún momento, ellos también son el reflejo del político que viene de abajo para convertirse en Rey, o Presidente.

Joseph Fouché; es el retrato de aquella o aquel político habilidoso que navega entre los partidos, que tiene el don del camuflaje y bien puede tejer una red de amigos con pobres y ricos, con conservadores o liberales, con jacobinos o extremistas.

Vladimir Lenin; en ese político de izquierda que todos conocemos, con una convicción férrea que aún con todos los antecedentes considera que el marxismo es una oportunidad de desarrollo. 

Nelsón Mandela; es el retrato del activista que pelea en facebook por los derechos de las personas, que le apuesta al respeto de los derechos humanos aunque los más grandes poderes tácticos esté en su contra.

Churchill; el reflejo de la mujer y hombre de poder que enamora con sus discursos, que su espectáculo de palabras es suficiente para seguirlo, para adorarlo y creerle.

Margaret Thatcher; la mujer de hierro que retrata a esas mujeres políticas que su condición de su mujer no les limita en lo absoluto para nada.

Somos el reflejo de ellos, y ellos son el reflejo de lo que somos, de la lucha que día a día realizamos en la actividad política. Este es un punto de partida importante para creer que también podemos dejar historia al igual que todas y todos ellos. No existen limites que nos lo impidan, el poder de las ideas nos puede llevar a lugares desconocidos, a la historia, a ser las leyendas que cada político que actúa con principios merece ser.

Nos vemos en la próxima.
Twitter: @MiguelVicenteR


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