La crítica de los "críticos"



En estos días, resulta muy sencillo tomar el smartphone, escribir un par de cosas sobre un tema y subirlo a la opinión pública. 

No se necesita ser una voz calificada, conocer del tema, inclusive no se necesita investigar mucho para opinar sobre cualquier cosa. La libertad de expresión nos faculta para decir y publicar sobre lo que se nos venga en gana decir. Hablándose de política; no es la excepción.

Tenemos en nuestras redes sociales, a muchos opiniólogos de todo. Personas que un día son expertos en medio ambiente, al otro hablan de transparencia y rendición de cuentas, nos comparten como es que los agujeros negros son reales y un día van a absorber la tierra, críticos de cine, catadores de vino, expertos en políticas públicas, comentaristas de futbol, todo en uno.

Esto, nos conduce a sobre exposición de afirmaciones. Quienes somos consumidores de información estamos a merced de que un día veamos contradicciones de distintos temas, sobre todo cuando se habla de política.

El vaivén de los argumentos sobre las calificaciones a nuestros políticos, alimentan el nulo acceso a una información pura, a resultados concretos y números reales. Lo que nos orilla a toma malas decisiones, o simplemente a tomar decisiones creyendo que son buenas por alimentar nuestro disco duro cerebral con opiniones que carecen de fundamento jurídico, estadística, estudio comparado o sustento tácito.

Los nuevos tiempos, nos obligan a ser más estudiosos de lo que consumimos, según medios (y este si es resultado fidedigno), el 85% de lo que leemos en internet es falso. Del porcentaje de noticias de política que vemos en el día, solo lo mínimo proviene de fuentes reales, lo demás son opiniones que hay que ver como eso, puntos de vista de alguien que no obedece a la realidad.

También, hay que analizar que existen campañas que aprovechándose de estas herramientas colocan temas en la agenda pública para hacer que influyan en nosotros, en nuestro actuar. Para odiar a Peña Nieto o para odiar a Andrés Manuel, por ejemplo.

Para inventar que Felipe Calderón era Alcohólico o para hacernos creer en la 4ta Transformación todo sería diferente, las mentiras políticas alcanzan a más de 20 mil personas por día. 

En esta nueva era de crítica, las personas que nos gusta debatir o simplemente externar nuestra inconformidad, debemos ser más responsables con la información que nos llega a las manos. 

La crítica de los "críticos" debe ser comprobable, que tenga sustento, y si en algún momento carece de pruebas pero queremos externarla aclarar que solo son comentarios que no merecen ni siquiera la réplica.

Dejemos de inventar que los políticos son un peligro para México, al fin y al cabo nosotros los ponemos; tal vez el peligro seamos nosotros mismos.

Nos vemos en la próxima.

Twitter: @MiguelVicenteR

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