¿En qué momento le decimos adiós a la política juvenil?


Todas las despedidas, independientemente de su naturaleza son un acto de resistencia para la humanidad. Renunciar, dejar atrás aquello que nos cubrió de gloria y nos brindó satisfacciones desata una pelea interna con uno mismo, en pensar si aún se puede continuar o definitivamente ya es momento de decir adiós.

Para las Naciones Unidas, un persona sujeta a derecho por su condición fisiológica y su "juventud" es aquella comprendida entre los 15 y 24 años. Las políticas de desarrollo sugeridas en esta materia van encaminadas en esta etapa del ser humano donde sus expectativas e ideas son una cascada de emociones que les ayuda a dirigir su propósito en la vida.

Después de eso, los jóvenes adultos comienzan la etapa productiva, a construir una familia o desenvolver roles en la sociedad más pro-positivos.

Ante este tema, los partidos políticos en México, difieren en cuanto a que edad es la limite para poder proclamarse joven. Su libertad de agrupación les permite indicar si una persona en su partido es joven a los 18 o a los 40.

Sin embargo, cualquier persona que se dedica a la actividad política a pesar de lo que indiquen los lineamientos del partido en el que milita, debe tener en cuenta cuando es momento de decirle adiós a la política juvenil y abrirle paso a nuevas generaciones de jóvenes (más jóvenes que ellos).

Los partidos políticos también tienen que tener claro esto, de vez en cuando es momento de echarle un ojo a las filas de jóvenes que traen consigo y replantear la estrategia para reclutar militantes o simpatizantes que cubran estos requisitos.

La escasez de participación juvenil partidista no es fortuita pues  generalmente se debe a que estos espacios están ocupados por personas que se auto proclaman jóvenes por cuota, porque así se los permiten las reglas de su partido pero que rebasan la edad sugerida por la UNESCO para ser jóvenes. Es decir, ya no son jóvenes, pero quieren seguir siéndolo. 

Con todo esto no planteo generar un juicio de valor, más bien considero que es una oportunidad para que la política se pueda oxigenar con ideas de la juventud, esa de 15 y 18 años, revolucionarias y vanguardistas que traigan consigo la tecnología de punta, que entienda que sienten los jóvenes allá afuera y valla a decirlo y plantee respuestas.

La política necesita más de esos jóvenes que van y se equivocan, que son intrépidos y cuestionan todo, imprudentes e irreverentes. Vivimos en una época donde todos los jóvenes de los partidos en Sinaloa se volvieron viejos, viejos en edad y viejos en ideas, la imposibilidad de oportunidades los ha obligado a seguir postrados en las filas juveniles, esperando a que mínimo por esa vía, llega la justicia de la revolución, creando un sello en la puerta donde ya no entra ningún joven más pues la competencia; cada día es más difícil en esta actividad.

Para reflexionar y debatir. Nos vemos en la próxima.

Twitter: MiguelVicenteR

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Game of Thrones of the PRI

La elección de los jóvenes en Sinaloa; el efecto Quirino.

Crisis existenciales en los Órganos Internos de Control Municipales